Un ángel y un demonio se encuentran en el mundo humano. El ángel se enamoró del demonio, y éste le siguió el juego, fingiendo interés por la celestial chica. Estaba prohibido el amor entre seres de distintos reinos, pero el ángel lo ignoró.
Como castigo, Dios le quitó las alas al ángel, y le prohibió la entrada al reino de los Cielos. «No hay sitio para los traidores como tú, que se dejan cegar por el amor de un ser traicionero» sentenció Dios. Al ángel no le importó, era feliz al lado de su amor. De verdad estaba enamorada.
Pero, un día, el demonio desapareció. Regresó al Infierno sin siquiera despedirse. La había abandonado. «De verdad me engañó. He traicionado a mi gente por alguien que así como vino se fue.» murmuró el ángel entre sollozos, hasta que comenzó a llorar.
Se hallaba sola, nuestro ángel caído, sin su amor y sin poder regresar a su hogar. Vagaba sin rumbo por los remotos caminos del bosque más oscuro. Sin esperanzas de encontrar un amigo, un compañero de por vida. Extrañaba a sus compañeros, a sus amigos y los hermosos jardines del reino de los Cielos.
Un día, tras mucho tiempo anhelando volar, nuestro ángel subió a una antigua torre en el corazón de un bosque. Su vida ya no tenía sentido, estaba sola, sin nada por lo que luchar. Dio un paso, y cayó como una dulce hoja, sintiendo que el aire secaba sus lágrimas en su caída. Pero el suelo nunca alcanzó. Un ángel, de majestuosas alas blancas, salvó a nuestra triste ángel de darle un final trágico a su vida.
El majestuoso ángel, enamorado de nuestro ángel caído, la llevo al Cielo para rogarle a Dios que le diera una segunda oportunidad. «Ha traicionado mi confianza y nos ha abandonado por un despreciable demonio. No tiene sitio en mi reino por mucho que me intentes convencer.» gruñó Dios. Ante la rotunda negativa del Señor, el majestuoso ángel sentenció con seriedad: «Una vida sin mi amor es una vida carente de sentido. Admito que lo que hizo está mal, pero, aún así, no puedo dejar de amarla. Si no permite su retorno al reino, le entrego mis alas y aquí me despido.»
Tomó a su amada de la mano y Dios los llevó al reino humano, su nuevo hogar, donde nada ni nadie los pudo separar. Hasta que un día, el demonio regresó. Vio a su antigua amada en brazos del majestuoso ángel y los celos le invadieron.
Tomó una espada del arsenal de Satán y atacó a su antigua amada, pero el ángel detuvo el ataque con su cuerpo. Entre lágrimas y ruegos, la chica vio como su amado se iba de su lado. Dios sintió lástima y culpa y, con un rayo, acabó con la vida del cruel demonio. Después, transformó a los dos ángeles en un par de majestuosos cisnes, que volaron hacia el horizonte, en busca de un nuevo hogar.
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Este relato ha sido reeditado y ampliado, intentando darle un aspecto de microrrelado. Espero que os guste :3
†Saphira†