†Destino marionetista†

¿Has pensado alguna vez que somos marionetas del destino? Parate y reflexiona. Hay cosas que hacemos sin ser consciente de ello. La gente entra y sale de nuestra vida como quien quita una espina o se pone un anillo. ¿Nunca sentiste una «fuerza» extraña que te controla en contra de tu voluntad? Es el destino, que toma los hilos y te controla a su antojo. A veces es bueno con su marioneta y la lleva por el buen camino, pero hay marionetas que no le agradan y las detesta. ¿Que hace con ellas? Las apalea, las destruye, o simplemente las tortura, haciéndoles llevar una mala vida. Ante eso es mejor cortar tus hilos y seguir tú solo.

†La luna†

Mira la luna allá en lo alto. Sola, triste, sin nadie que la anime; pero siempre brilla para que las almas que vagan sin rumbo fijo vean que no están solas, que hay alguien que vela por ellas.

Ilumina el camino del nocturno aventurero, vigila la travesía del navegante, espía a los enamorados y acompaña a los solitarios.

Por muy sola que se halle, nunca dejará de brillar, nunca permitirá que su tristeza se refleje y deprima a sus admiradores.

†La traición del ángel†

Un ángel y un demonio se encuentran en el mundo humano. El ángel se enamoró del demonio, y éste le siguió el juego. Estaba prohibido el amor entre seres de distintos reinos, pero el ángel lo ignoró.

Como castigo, Dios le quitó las alas al ángel, y le prohibió la entrada al reino de los cielos. Al ángel no le importó, era feliz al lado de su amor. Eran felices.
Pero, un día, el demonio desapareció. Regresó al Infierno sin siquiera despedirse. La había abandonado.

Se hallaba sola, nuestro ángel caído, sin su amor y sin poder regresar a su hogar. Vagaba sin rumbo, por los remotos caminos del bosque más oscuro. Sin esperanzas de encontrar un amigo, un compañero de por vida.

Un día, tras mucho tiempo anhelando volar, nuestro ángel subió a una antigua torre. Su vida ya no tenía sentido, estaba sola, sin nada por lo que luchar. Dio un paso, y cayó como una dulce hoja, pero el suelo nunca alcanzó. Un ángel, de majestuosas alas blancas, salvó a nuestra triste ángel de darle un final trágico a su vida.

El majestuoso ángel, enamorado de nuestro ángel caído, la llevo al Cielo para rogarle a Dios que le diera una segunda oportunidad.       
Ante la rotunda negativa del Señor, el majestuoso ángel dijo: «Una vida sin mi amor es una vida carente de sentido, si no podemos amarnos en su reino, le entrego mis alas y aquí me despido.»

Tomó a su amada de la mano y Dios los llevó al reino humano, su nuevo hogar, donde nada ni nadie los puede separar.

†Cosas que odio del pasado†

Negro pasado que me persigues:

† No hace falta que me restriegues mis errores, ya los he visto yo solita en su momento.

† No necesito que me acerques gente que envié al abismo del olvido, por algo están ahí.

† Si decido algo es para mantenerlo, no para que luego me digas «¿Qué habría pasado si hubieras decidido lo contrario?»

† Por si no te lo han dicho: «Quedas detenido por asesinato múltiple.» Si, eres asesino, no hay más que explicar, matas a miles de personas al mes (o más).

† ¿Te han dicho alguna vez que eres peor que el ébola?

† Eres peor que el ébola (Primer :3)

† Tienes cosas buenas, pero pocas. Tantas como unicornios hay en el mundo.

† Rallas mucho, eres muy molesto cuando te lo propones.

† ¿Cuando te dije que me gustaba recordar malos momentos? ¡Ah, si! ¡NUNCA!

† De verdad que eres peor que el ébola.

† ¿Es necesario que vuelvas a meter a gente ya olvidada en mi camino? ¡Cuesta mucho olvidarlos!

† Si tuvieras mamá, la maldeciría por tener un hijo tan odioso.